Michelle Griep es una autora consagrada, nacida en Minneapolis, que ha estado escuchando voces durante toda su vida. Estas voces son altas, insistentes y muy reales, dejándola con dos opciones: tomar medicación recetada o escribir ficción. Griep eligió la última, afirmando que es una solución más económica. Ella ha estado escribiendo desde que descubrió la alegría de usar espacio en la pared en blanco y Crayolas cuando era niña.
La escritura de Griep está motivada por su deseo de glorificar a Dios en todo lo que crea. Sin embargo, admite una etapa rebelde durante su adolescencia cuando se dedicó al grafiti, un hecho que ahora encuentra divertido. A pesar de este breve desvío, Griep ha seguido firme en su pasión por la escritura y utilizar su talento para honrar a Dios.