L.C. Warman es una escritora que creció en Nueva Inglaterra, en un lugar con contratos inmobiliarios únicos. Estos contratos estipulaban que si un comprador descubría que su nueva casa estaba embrujada, no podía echarse atrás en la compra. Este pasado en un lugar donde lo sobrenatural era parte de la vida cotidiana ha influido en la escritura de Warman, particularmente en su serie de misterios de St. Clair.
La obra de Warman es conocida por sus elementos espeluznantes y misteriosos, lo que la convierte en una autora popular en el género juvenil. Sus historias se desarrollan en un pueblo de lago de Míchigan, donde actualmente reside con su esposo y dos perros. El cambio de ubicación de Nueva Inglaterra a Míchigan no ha disminuido el aprecio de Warman por lo espeluznante y lo inexplicable, ya que continúa tejiendo estos elementos en sus historias.
El pasado de Warman en Nueva Inglaterra, donde lo sobrenatural forma parte de la cultura, le ha dado una perspectiva única que aporta a su escritura. Combinado con su amor por los misterios, esto ha resultado en la creación de la serie St. Clair, que ha cautivado a los lectores con su mezcla de elementos espeluznantes y misteriosos. La habilidad de Warman para crear historias atractivas y llenas de suspenso la ha convertido en una autora respetada y popular en el género juvenil.