George Eliot, cuyo nombre real era Mary Anne Evans, fue una autora de renombre del Reino Unido, conocida por su fiction histórica, literatura fiction y novelas clásicas. Nació en 1819 en Nuneaton, Warwickshire, Inglaterra, y estuvo bien educada para una mujer de su tiempo. Su padre, quien valoraba su inteligencia, aseguró que recibiera una buena educación. Evans se convirtió en una evangélica religiosa durante su adolescencia, pero más tarde abandonó su fe después de leer "An Inquiry into the Origins of Christianity" de Charles Hennell. Este cambio en sus creencias llevó a un distanciamiento con su padre, quien la envió a vivir con su hermana hasta que prometiera reconsiderar su decisión.
A pesar de este difícil período, Evans continuó persiguiendo sus intereses intelectuales. Tradujo "Das Leben Jesu" de forma anónima en 1846 y, en 1849, comenzó a trabajar para The Westminster Review, donde tradujo "The Essence of Christianity" bajo su nombre real. Ese mismo año, escandalizó a la sociedad británica al ingresar en una unión libre con George Henry Lewes, quien no podía divorciarse de su esposa. Vivieron juntos durante 24 años, período en el que enfrentaron ostracismo social y dificultades financieras.
Para evitar la atención pública y asegurarse de que sus obras fueran tomadas en serio, Evans adoptó el seudónimo George Eliot. Creía que utilizar un seudónimo masculino la ayudaría a escapar del estereotipo de que las mujeres solo escriben romances ligeros. Sus novelas, que incluyen "Adam Bede", "The Mill on the Floss", "Silas Marner", "Romola" y "Middlemarch", son conocidas por su realismo, insight psicológico y heroínas fuertes. Sus obras han sido ampliamente reconocidas por su mérito literario, con "Middlemarch" siendo descrito como una de las mejores novelas en el idioma inglés.
El uso de un seudónimo masculino permitió a Evans crear una identidad separada como escritora, distinta a su trabajo como editora y crítica. También le permitió explorar temas y ideas que podrían haber sido considerados controvertidos si los hubiera escrito una mujer. Su ficción, que refleja su visión humanista, ha tenido un impacto duradero en la literatura inglesa y su legado como escritora continúa siendo celebrado y estudiado hoy en día.